Vox por la mejora de la sanidad en Ceuta

En atención a las demandas del personal sanitario del Hospital Universitario de Ceuta, con motivo del deterioro tanto de las condiciones laborales de los trabajadores como del servicio recibido por los pacientes, en Vox Ceuta asumimos como una obligación denunciar la situación para conocimiento público y exigir que se apliquen las medidas necesarias su corrección.

En cuanto a la plantilla, se hace necesario un aumento del personal especialista en pediatría y en atención primaria. El déficit de personal está provocando que los médicos estén haciendo más sustituciones de las recomendables con el consiguiente desgaste y un aumento de los pacientes atendidos al día, llegando hasta los 40-50 cuando la cifra óptima sería de 30 de cara a ofrecer el tiempo adecuado a cada consulta. Este déficit también provoca que médicos de atención primaria estén haciendo servicio de urgencias, cuando no deberían. Para más inri, la hora extra (atención continuada) se paga menos que la ordinaria y es de las peores pagadas de España, agravio que debe ser equilibrado al menos conforme a la media nacional.

Paralelamente, los facultativos del Servicio de Urgencias de Atención Primaria se encuentran privados de sus descansos reglamentarios llegando a acumular de forma continuada su jornada ordinaria de ocho horas, más jornada complementaria de guardia de dieciséis horas y nuevamente la jornada ordinaria (8+16+8). Dichas guardias han perdido su carácter voluntario ante la inoperancia de la administración para cubrirlas, de ahí la improcedencia de la falta de descansos.

Consideramos urgente un cambio en la política de contratación de especialistas, mejorando las condiciones laborales y suprimiendo los “contratos basura” basados en corta temporalidad, que provocan las fugas a la península en cuanto se presenta una oferta que mejora la local. La modificación de estos procesos cobra más importancia al haber actualmente un alto porcentaje de galenos cerca de la jubilación, siendo necesaria la elaboración de un plan para una adecuada renovación de la plantilla.

De igual forma consideramos prioritaria la implantación de un centro de radioterapia en la ciudad para evitar el molesto viaje que padecen tradicionalmente quienes necesitan el tratamiento en nuestra ciudad, dejando a los ceutíes en una situación degradada respecto a los ciudadanos peninsulares.

En lo referente al colapso de pacientes, se hace inviable que el hospital soporte toda la carga de pacientes derivados del Centro de Salud del Tarajal mientras se realizan obras en éste último. Se debe llevar a cabo la elaboración de un proyecto destinado a la construcción de un nuevo Centro de Salud en Benítez y mientras éste es construido, habilitar el José Lafont temporalmente para aliviar la carga de pacientes del hospital.

A su vez, nos preocupa la contratación de médicos residentes en Marruecos quienes con frecuencia llegan tarde al inicio de su jornada laboral usando como justificación los problemas de tránsito en la frontera. En Vox defendemos que la residencia en la ciudad y así como la comprobación de la homologación del título, deben ser un requisito absolutamente inviolable de cara a la contratación del personal.

A propósito de Marruecos, Ceuta no puede ser una ciudad destinada a dar atención sanitaria a la población del norte del país vecino. Según el INGESA, el 35% los partos atendidos en 2018 fueron de mujeres de nacionalidad marroquí, un golpe tan duro en lo económico como en lo demográfico, que viene propiciado por mafias que introducen embarazadas y enfermos para que reciban atención hospitalaria. La lista de delirios continúa con marroquíes residentes en Beliones, Castillejos o las zonas colindantes que cuentan con tarjeta sanitaria o el acceso a recetas de marroquíes viviendo en Marruecos a través de la vía electrónica, sin ni siquiera dignarse a pisar nuestro país. Puestos a capacidad para ser solidarios, no olvidemos que Marruecos cuenta con uno de los monarcas más ricos del mundo.

Tras cada asalto de inmigrantes a la valla fronteriza, llegan a nuestro suelo personas sin historial médico y en cuyos países proliferan enfermedades de alto riesgo ya erradicadas en España como el tifus, el ébola o la tuberculosis. Ello supone un riesgo enorme para la salud de la población, por eso defendemos la puesta en cuarentena de cada inmigrante ilegal hasta que se compruebe que no es un peligro público en este sentido. En Vox defendemos la expulsión inmediata de todos los que entran ilegalmente en España, pero mientras los gobiernos de izquierda lo impidan, reclamamos que se sigan estos protocolos de seguridad básicos.

La seguridad de nuestro personal sanitario también tiene que ser un pilar inquebrantable por responsabilidad y agradecimiento a su labor. Para ello deben aplicarse cambios sustanciales como la presencia permanente de más de un vigilante con el perfil profesional adecuado en la conflictiva zona de urgencias, instalar un detector de metales (como había en el antiguo hospital), más cámaras de videovigilancia o no permitir la entrada al centro de personas con nicab, burka o similares. Actitudes como el acoso o los intentos de abuso a enfermeras deben ser erradicados con contundencia con planes específicos destinados a ello, así como la llegada de droga hasta las habitaciones la cual circula en cantidades alarmantes.

Todo este conjunto de medidas es perfectamente factible, tan sólo es cuestión de priorizar recursos y aceptar que gastos superfluos como el que supone atender a los pacientes marroquíes y a los inmigrantes ilegales, pueden destinarse a mejorar el servicio dado a los españoles por un sistema que costeamos entre todos a través de nuestros impuestos. En sanidad Vox también lo tiene muy claro, los españoles primero.

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